Todos como papás nos preguntamos ¿cuál es el mejor método de educación? No existe la respuesta correcta. Depende de muchos factores. Nosotros de algo estamos seguros y es que todos los niños son únicos y aprenden de formas diferentes.
No se trata de buscar el modelo que mejor se adapte a tu hijo. Por el contrario es potenciar sus habilidades para que, a través de una ruta de aprendizaje, logre sus objetivos educativos.
Porque si algo tenemos que tener claro es que el ser humano nunca deja de aprender. Pero el procesos requiere una de los valores más subvalorados del sistema tradicional: la independencia.
Y la mejor forma de aprender es desarrollando la curiosidad. Fomentamos esta habilidad innata que impulsará a los niños a explorar, descubrir, inventar y reinventar. La curiosidad será esa llama que le permitirá el resto de su vida, hallar las respuesta adecuadas a sus necesidades.
Fomentar la curiosidad es un imperativo en estos tiempos para desatar las habilidades innatas de cada uno de los niños. Utilizándolas para facilitar el proceso pedagógico, haciendo que disfruten el aprendizaje.